la primera
Hola, personas.
Llevo bastante tiempo pensando en abrir este espacio, y otro tanto probando formas de materializar y empezar este primer texto. Ando entre introduciros en él profundamente y evitar caer en demasiadas explicaciones; creo que a veces las personas que nos dedicamos a crear cosas sabiendo que acabarán en manos de otras personas pecamos de considerar interesante información propia que a veces no lo es. (Acabo de darme cuenta de la fulminante contradicción en la que caigo, porque este formato se basa esencialmente en eso: en compartiros pensamientos y sentires más complejos que los que permiten los canales de comunicación populares. Pecando otra vez de considerar, aunque sea tímida y remotamente, que son o pueden llegar a ser interesantes para algunas de las que estáis al otro lado. Bueno, llegados a este punto asumo mi contradicción, mi cierto egocentrismo de artista, la fragilidad de ambos, y sigo).
El caso es que desde que tengo uso de razón he intentado entender, habitar y cambiar el mundo a través de las palabras, propias y ajenas. Si os soy completamente honesta, incluso más que a través de la música. A veces, cuando estoy delante de un despliegue de belleza (me pasa mucho cuando estoy en el río) pienso en que si supiese pintar, retratarlo sería mi forma de rendirle pleitesía. Como un intento minúsculo de devolverle al mundo toda esa belleza. Pero como no se me dio en absoluto el don de las habilidades plásticas, lo narro. Describo el río, los colores de las piedras bajo el agua, la luz, el sonido del discurrir de la masa líquida. Pienso a menudo que es casi absurdo, porque quizás narrar es lo contrario a estar. Pero es la única manera en la que puedo reconocer y asimilar la belleza, quizás la manera de las personas a las que como yo habitar la realidad se nos hace insoportable a veces. Esta necesidad de palabra me ha acompañado a lo largo de toda mi vida, a través de las decenas de libretas que he empezado (y casi nunca he conseguido acabar) en las que he escrito desde que aprendí a hacerlo, a través de los libros que me han hecho percibir este planeta como un sitio más amable y me han hecho sentirme menos sola, a través de las palabras de las personas a las que amo, que hemos multiplicado hasta el infinito en millones de conversaciones eternas, repetitivas, voraces; a través de cartas, mensajes, correos, podcasts…
En el año 2013, en el plena popularización (posteriormente hemos visto que sin frenos) de la interacción social online centrada en la imagen de la mano de Tuenti, yo tenía 15 años y me abrí un blog para escribir. Cuando me estaba creando el perfil pensé en que tendría que buscar un pseudónimo. Esa creencia adolescente de que eres el centro del mundo me hacía considerar que el blog tendría que ser anónimo, ya ves tú, como si mi índice de popularidad en ese momento estuviese por las nubes y miles de personas fuesen a ponerse a buscar en la red para leer mis pensamientos más profundos. Aunque en realidad, bromas a parte, lo hice por generar un espacio libre, en el que podía compartir cualquier tipo de reflexión sin que se asociara a mi persona de carne y hueso, mi nombre real y mi identidad concreta. Como la habitación propia de Woolf. Buscando ese pseudónimo llegué a Ede. Imagino que ya iréis entendiendo el sentido que cobra para mí abrirme un blog ahora, doce años después. Ahora que la mayoría de las personas me conocen por ese pseudónimo, que ya siento tan nombre propio y personal como el que aparece en mi carnet de identidad. Hay algo de rebeldía pequeña en elegir tu propio nombre, en sobreponerse a esa realidad que se forma alrededor de ti antes de que existas. Dicho sea de paso, me encanta el nombre que mis padres eligieron para mí.
Cuestiones nominales a parte, y más allá de un acto de melancolía, he decidido crear este espacio virtual sobre todo por otras razones. La principal es que, como todas, estoy aturdida y agotada de las formas de comunicación efímeras, caducas, frívolas y cargantes que imperan en la red. Especialmente cuando se trata de comunicar mi música, porque como todas sabéis, ya no vale con crear una obra de arte, sino que has de invertir aun más energía, tiempo y creatividad en inventarte una manera (que son miles en realidad) de que esa obra resulte atractiva para la mayoría de gente posible. Sobre lo extenuante y contraproducente que es esto ya se está hablando mucho ahora mismo, así que me lo ahorraré. Buscando, pues, formas de comunicarme con seres interesados en lo artístico que pueda salir de esta cabeza y este cuerpo, intenté llegar a una que contrarreste lo absurdo y desconcertante que es para mí a veces reducir el acto de presentación de una obra a un story de 30 segundos o un vídeo de minuto y medio, sobre todo cuando la obra contiene una intimidad, un tiempo invertido inconmensurable, un acto casi exhibicionista de compartir una manera de dejarse atravesar por el mundo, una actividad artística exhaustiva, mucha flexión, mucha pasión, mucha contradicción; es decir, mucha vida. Llegué así a esta forma casi anacrónica y claramente contraria al “sé atractivo, visual, rápido” de ahora. Me he abierto un blog como cuando tenía 15 años para escribir sin pensar en si se hará demasiado largo, en si será más información de la que se puede asimilar. Me niego a seguir tratando al que está al otro lado como si fuese imbécil e incapaz de quedarse a leer un texto que tenga frases subordinadas y que no aparezca acompañando a una imagen o en el pov de un TikTok. De hecho, siendo sincera (y si has llegado a esta altura del texto creo que puedo serlo contigo) hay algo de este formato que genera una especie de criba que me resulta un poco romántica. Aquí solo estaréis las que queráis conocer las profundidades, las complejidades, las contradicciones y los discurrires del proceso artístico y humano, que para mí son indisociables. Los, las y les que queráis quedaros a generar esa complicidad que hoy en día es casi una hazaña en el marco de las relaciones parasociales. O así me lo cuento yo para enamorarme y comprometerme con este blog, aunque realmente ya lo he hecho con la idea de que exista.
La última confesión inaugural es la razón principal que me ha hecho comenzar este espacio: tengo un nuevo disco hecho, y saldrá en los próximos meses. Creo que sobre lo poco lógico que es esto para mí, a pesar de lo que pueda pensar la mayoría de la gente, escribiré más adelante. Para anunciarlo y promocionarlo haré los stories, reels, tiktoks, entrevistas y cosas raras pertinentes, pero mientras tanto iré compartiendo aquí las delicadezas que rodean la música y, en general, que supone ser un ser sintiente en este mundo desquiciante. Es decir, todo lo que no me cabe en esos canales superficiales, estrechos y a ratos deshumanizantes de la imagen y el “contenido”.
Bienvenidas seáis, pues, todas las personas que queráis acompañarme aquí. Para mí es un espacio importante, un intento de conectar con vosotras y no volverme completamente loca sacando un disco en el maremágnum que son la industria musical y las redes sociales hoy en día. También es, si me permitís la cursilería, un lugar suspendido por encima de la realidad donde la adulta en la que se ha convertido una niña que soñaba con ser escritora (y que en realidad lo fue, de canciones) puede compartirse a través de las palabras, sus grandes amores. Ahora que lo pienso, menos mal que no profesionalicé la escritura como lo hice con la música. Cuando una pasión se vuelve profesión y sustento vital se transforma, no necesariamente en algo peor, pero desde luego sí en algo menos ingenuo. Este blog me permite conservar, al menos en su forma, parte de esa ingenuidad. Y que me perdonen las escritoras de verdad.
Ahora sí, no me enrollo más. Iba a acabar con una especie de chiste haciendo a una referencia a los feonautas de Yo soy Bea, pero creo que es demasiado para una primera entrada del blog. Y más si pretendo que os quedéis.
Si has llegado hasta aquí, gracias por haber leído tanto. Me sale el impulso instagramero de acabar con un mensaje rollo “se vienen cositas” para que queráis leer lo siguiente, pero en seguida me salta mi alarma propia: va en contra del objetivo de este espacio. No quiero olvidarme de que aquí no tengo que tener “engagement”, ni ser la más original, ni destacar, ni sentir miedo a desaparecer. Así que quédate solo si quieres. No te prometo nada más que palabras y necesidad de comunicación, de comunión, de sentido.
Os iré contando. Os iré cantando.
Amor y rabia,
ede
Hola Ede!! Muchas gracias por el tiempo dedicado al texto. Me ha encantado. Efectivamente, son necesarios donde poder expresarse sin la presión de generar contenido que resulte estimulante para la lectora, si no simplemente por el deseo de compartir, de reflexionar, de sentir. Aquí estaré para ir descubriendo todo lo nuevo, pasito a pasito! Un abrazo
ResponderEliminargracias a ti por el tiempo dedicado a leerlo. nos vemos por aquí ❤️
EliminarAquí me quedó. Necesito de este espacio. Abrazo enorme.
ResponderEliminarla necesidad nos une. bienvenida ❤️
EliminarMe ha encantado :) Desde luego, ni todas esas palabras ni mucho menos un disco caben en un POV
ResponderEliminary tanto 🫂
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarQué maravilla tus palabras!! y que sigas eligiendo hacer lo que te nace a pesar de...y que afortunadas las que podemos compartir este espacio, y leerte sin dejar el dedo pulsado en la pantalla, para que no desaparezcas o salga una publi de repente! aquí duras mucho más y se te siente más cerquita. Abrazo toda tu genialidad y tu verdad💜
ResponderEliminarafortunada yo de que estéis al otro lado!
EliminarGracias a ti! Qué bonito elegir quedarme y escuchar(leer)te. Siento verdaderamente que esto es lo que necesitaba hoy. Reflexiones, palabras y sentires. Acercarme tanto a entenderte y sentirme afín a tu sentir. Bon nit ✨
ResponderEliminarTe diría un “nos leemos pronto” porque confío que así será, te volveré a leer. 💗
qué alegría, ash! nos leemos pronto 🫂
EliminarEl tiempo, la escriptura, la reflexión, la profundidad que entregas... Un caballo de Troya (pero es una yegua) dentro de la superficialidad y la anestesia colectiva de los días 🙏
ResponderEliminarllenemos el mundo de yeguas ❤️🔥
EliminarEs genial que hagas esto! También tuve un blogspot en su día y ahora me encuentro en las mismas abrumadísimo con tener que generar contenido para que mi música no caiga en el olvido cuando hace poco más de un mes que salió... aun así me ha costado leer un texto de 8 párrafos en una pantalla y no es porque no sea interesante, es porque estamos maleducadísimos, así que gracias por sacarme del automatismo y ayudarme a leerte y no consumirte. Super ganas de escuchar el disco <3
ResponderEliminarviva el resurgir de blogspot! gracias por elegir sobreponerte a ese esfuerzo para quedarte a leerlo entero 🫂
EliminarEsta frase me hizo llorar.¨Cuando una pasión se vuelve profesión y sustento vital se transforma, no necesariamente en algo peor, pero desde luego sí en algo menos ingenuo¨. Resueno completamente con lo que compartis. Que alegria estar de este lado leyendote.
ResponderEliminarsiento que te resuene pero me alegra no estar sola ❤️🔥
Eliminarqué bonito leerte, estoy deseando saber más! hacía mucho que no leía un blog, pero me ha encantado el post y la idea de publicar en este formato. un abrazo!
ResponderEliminarqué alegría!
EliminarGracias ❤️🩹
ResponderEliminara ti ❤️🔥
EliminarMe encanta leer como te autocorriges y te autodiriges, para hacera lo que de verdad quieres hacer. Escribir por escribir, porque quieres escribir sin más. Así deberíamos vivir, hacer por el placer de hacerlo sin importar (y sin esperar) a dónde llegue ni a cuántos llegue. Aquí estoy a la espera, con ganas de escuchar y de leer tu obra.
ResponderEliminarqué nos queda si no autodirigirnos a través de nuestros placeres. nos leemos por aquí 🫂
EliminarAquí me quedo.
ResponderEliminarTe entiendo, te abrazo y te disfruto también. Desde otro lugar, más íntimo.
Hace unos meses, ingrese a un Laboratorio de Letras, con consignas diarias que son disparadores para textos y me cree un IG cerrado. Donde como vos, solo quiero que estén las personas a las que de verdad le gustaría leerme y ninguno está pensado para que se viralice. En una época en la que todo es tan efímero como esta, estamos instalando una rebeldía de amor. Y es todo lo que está bien. Besazo!
y seguiremos construyendo esa rebeldía de amor hasta que nos podamos quedar a vivir en ella! gracias lau
Eliminar❤❤❤
EliminarOhh la ambivalencia! Bienvenida nos saca del confort, la rigidez, el dogmatismo... Aveces es un poquito petarda, confusa, pero merece la pena mirar el blanco en mitad del negro. Buen camino Ede!
ResponderEliminarahí estamos, amigándonos con lo fiero y lo lindo! abrazo
EliminarMe alegra muchísimo saber que ya tienes otro disco y que lo vas a compartir con nosotros.
ResponderEliminarMe entristeció mucho cuando te despediste de la gira de lucero agotada y abrumada por esa cara B del ser artista en la actualidad (que parece que tengáis que ser todos influencers).
Al hilo de lo de intentar entender y cambiar el mundo con tus palabras (o tu música), solo decirte que mi pequeño mundo lo has cambiado con Lucero, que ha sido mi refugio emocional en muchos momentos en los últimos años. (Gracias, por cierto ;) )
Deseando seguir leyendo y escuchando todo lo que quieras compartir con nosotros. 🫂
la vida es una encadenación de caras A y B, supongo. qué lindo cambiar un poco otros mundos, gracias por acoger esto. nos leemos ❤️🔥
EliminarQue escrito más bello. Me cuesta leer últimamente, no sé si por la vorágine de las reds sociales actuales y esta atención efímera que estamos desarrollando, o si por mi propia salud mental, o las dos. Pero qué preciosa esta idea de hacer lo contrario de lo que se espera actualmente e intentar conectar más profundamente, aunque sea con menos personas. Admiro.
ResponderEliminarY me encanta tu manera de escribir y ver las cosas, es como una especie de baile donde vas tirando y retrocediendo y volviendo a tirar y dejándote llevar. No creo que yo supiera hacer eso, tener la atención de alguien me hace encogerme y estar más callada. Así que admiro también.
Tengo ganas de seguir escuchándote, leyéndote, por donde sea que estés y en el formato que elijas. Como si quieres empezar a pintar el río. Allí estaré, observando desde lejos. Con amor y rabia. A.
si te sirve de consuelo yo a veces querría encogerme y estar más callada. al final se me impone la verborrea, maldita y bendita a la vez. gracias por observar de lejos, que en realidad es cerca 🫂
EliminarLa manera que tienes de trazar líneas es tan bella como incontrolable. Super dentro de esta necesidad de comunicación a través de otros códigos, canales... Aquí estaremos oara parar, leer, valorar y, si me permites, emocionarme. Porque si una cosa hace el arte y las relaciones humanas es conectarnos y dejarnos bailar, llorar, soltar la rabia acompañadas.
ResponderEliminarPor aquí seguiremos. Con amor y rabia!💛
qué bello que te parezca bello 🫂 por aquí seguimos y nos encontraremos, como en una cueva secreta!
EliminarTe leo con un poco de retraso esta primera entrada tuya, en este primer domingo de junio. Y lo hago desde la tranquilidad y con el tiempo necesario para leerte con la debida atención. No sé si seré quizá probablemente la más avanzada en edad o una de ellas en hacerlo y lo hago con toda la admiración y el cariño por tu música que era la parte que hasta ahora conocía de ti. Y después de leer tus palabras he vuelto a esa adolescencia en la que deseaba contar, compartir mis pensamientos tal como tu has hecho y sentía vergüenza de hacerlo por la profundidad que tenían y pensar en el rechazo de los demás, me resulta liberador encontrar mujeres jóvenes que a pesar del miedo y de las dudas os atrevéis a mostraros tal como sois. No quiero extenderme más, simplemente decirte que para mí es un placer leerte. Gracias por compartir esto con nosotras.
ResponderEliminar