cien mil unidades de nada
Hola, fieralindas. Iba a empezar con una especie de justificación por el tiempo que llevo sin escribir, pero siéndoos sincera: he vuelto a tener un poco de ganas de desaparecer. De las pantallas, de todas, de la comunicación, de la palabra, un poco de mí misma. Silencio. Hace poco me terminé el libro Mi año de descanso y relajación de Ottessa Moshfegh, y al final tiene un pasaje hermoso en el que dice algo así como (no tengo el libro a mano para citarla, así que más bien os comparto el recuerdo que tengo de esas palabras que quizás no tengan nada que ver con lo que la autora escribió) que a lo mejor la vida consiste solo en sostener el aire que te rodea. Con quedarse ahí y estar en el mundo. Algo en mí se aflojó al leer estos párrafos porque acostumbro a sentir que para merecerme existir tengo que hacer mucho. Incluso cuando estoy intentando estar presente, no perderme en la espiral de mi pensamiento, en todas las cosas que ocurren solo en él y que aún así ocupan un espacio en mí dond...